Declaración de la Juventud Rebelde - Rebelión + Socialismo Libertario
ante la XXI Marcha del Orgullo LGBTTI
En las aulas, en los barrios y en las calles a luchar por nuestros derechos
Hoy volvemos a salir a la calle, con orgullo, todas las personas que este sistema quiere meter en un closet. Volvemos a salir a la calle, porque como hemos demostrado hasta ahora, de esa manera se conquistan los derechos que nos corresponden. Así, en los últimos años, se han dado avances importantes para el colectivo LGBTTTI en materia de leyes, como han sido la Ley de Identidad de Género y la Ley de Matrimonio Igualitario.
Desde la Juventud Rebelde – Rebelión y Socialismo Libertario, creemos que salir a la calle hoy no es un capricho, ni mero folklore, es una necesidad de ponernos de pie ante un sistema, que por ser patriarcal y heteronormativo, nos oprime todos los días. Un año más, seguimos viendo la necesidad de visibilizarnos, y marchar para mostrarle a la sociedad que cada vez estamos menos calladxs, y que nuestras voces, lejos de callarse, son cada día más fuertes.
A su vez, sabemos que los derechos adquiridos no nos garantizan la sociedad más justa e inclusiva con la que soñamos. Creemos que es imprescindible sostener, en unidad y con contundencia, la organización de un movimiento que pueda estar presionando para la efectiva aplicación de las leyes que conquistamos, y que se atreva a ir por más, cuestionando todas las formas de opresión que sufrimos, dando una batalla cultural que solo nosotrxs podemos dar, porque como dice Paulo Freire: nadie libera a nadie, nadie se libera solo, nos liberamos en comunidad.
Quienes escribimos estas líneas somos lesbianas, gays, bisexuales, heterosexuales; somos docentes en bachilleratos populares, universidades, escuelas; somos investigadorxs, militantes territoriales, artistas; somos estudiantes universitarixs, secundarixs, terciarixs; somos comunicadorxs, periodistas, laburantes de diversos ámbitos; somos en esa diversidad, y desde esa diversidad, hacemos, creamos, construimos todos los días de nuestra vida. Y así lo hacemos porque creemos, estamos segurxs, de que otra sociedad es posible. Aunque no tenemos ninguna receta mágica, estamos convencidxs de que sólo es posible construir un camino realmente liberador si en el mismo se cuestionan todas las formas de opresión del sistema en el que vivimos.
Sabemos que sólo es posible hacer un mundo de iguales, si partimos de considerarnos igualmente diferentes, y desde esa diversidad hoy oprimida, invisibilizada, violentada, surge la rabia y la fuerza para cambiar todo lo que deba ser cambiado.
Nos dejarán soñar o no los dejaremos dormir
Creemos que la Ley de Identidad de Género, como también la Ley de Matrimonio igualitario, representan grandes conquistas sociales y enormes pasos hacia una sociedad con igualdad de derechos para todxs. A partir de la sanción de la ley de Identidad de Género, cualquier persona mayor de 18 años tiene la libertad de elegir su identidad de género, pudiendo modificar el sexo que figura en su documento si éste no coincide con el género autopercibido. Además, la ley garantiza el acceso a operaciones totales o parciales y tratamientos hormonales, tanto desde los servicios públicos de salud como privados, “para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa”. Por otro lado, la Ley de Matrimonio Igualitario, permite a personas del mismo sexo contraer matrimonio, y gozar así de los mismos derechos que tiene una pareja heterosexual: adoptar hijxs, compartir bienes, etc.
Ambas leyes representan grandes avances en materia legislativa para el colectivo LGBTTTI y para la sociedad toda, en tanto nos hace más democráticxs y plurales y, sobre todo, muestra que se le pueden ganar batallas fundamentales a los sectores más conservadores. Lo que venimos demostrando en las calles, lo que sabemos en nuestras realidades, hoy algunas leyes lo reflejan: existe otra manera de vivir el amor, la sexualidad, el género y nuestros cuerpos.; y esto representa un gran golpe para las normas heterosexuales y patriarcales que nos rigen.
Si bien no minimizamos ni un poco los avances que implican estas leyes, porque hoy lxs compañerxs trans pueden asumir el nombre con el que se identifican, ya no sólo en sus prácticas cotidianas, sino de manera legal en todas las instancias; también sabemos que las problemáticas que nos atraviesan no son enteramente subsanadas por ellas.
Hoy, las personas trans siguen sufriendo estigmatización, violencia y persecución; siguen teniendo que recurrir a la prostitución como casi única manera de subsistir, frente a una realidad laboral y educativa que lxs excluye manifiesta y constantemente; y su esperanza de vida no supera los 35 años, dada una clara exclusión del sistema de salud. Hoy, es necesario que sigamos en la calle, recordando y pidiendo justicia por Natalia “Pepa” Gaitán, asesinada por lesbiana, y denunciando cada caso de violencia cometido por cuestiones de odio por género o identidad sexual, incluyendo, desde ya, el repudio a la ola de femicidios que viene en aumento en nuestro país y exigiendo la aplicación de la ley que sanciona todas las formas de violencia hacia las mujeres. Creemos que las políticas públicas deben también apuntarse a prevenir, erradicar y sancionar las formas de violencia y los crímenes de odio contra las personas LGBTTTI.
Creemos que desde el movimiento LGBTTTI, junto con el feminista y de mujeres, tenemos una responsabilidad enorme y es necesario que la tomemos de conjunto. Somos nosotrxs, en profundo vínculo con las organizaciones sociales y populares, quienes tenemos que poner en jaque las distintas formas de violencia a las que este mundo nos somete.En este camino, tenemos varios desafíos pendientes: terminar con la problemática de la trata de personas que mueve millones de dólares al año y somete principalmente a mujeres y niñxs a condiciones infrahumanas de explotación de sus cuerpos; conseguir el derecho al aborto, para que podamos romper con la maternidad obligatoria y dejen de morir mujeres por aborto clandestino; garantizar la efectiva aplicación de la educación sexual integral en las escuelas; eliminar todo contenido religioso en el sistema público de salud y educación; y luchar por un sistema de salud nopatologizante. Detrás de todas estas reivindicaciones, queremos que quede claro, la batalla de fondo es una sola: queremos tener soberanía sobre nuestros cuerpos, queremos poder decidir quiénes queremos ser, cómo queremos vivir y con quién queremos disfrutar.
Hoy nuestra gran batalla es cultural y política. No podemos dejar de plantear que existe una cuestión de fondo sobre el sistema social en el que estamos inmersxs, quenos atraviesa y condiciona. Que hace que nuestras libertades varíen según dónde nacemos o de qué vivimos. Desde la Juventud Rebelde - Rebelión y Socialismo Libertario, nos atrevemos a soñar con ese otro mundo, donde la libertad sea regla para todxs, y no excepción de unos pocos.
Esperamos que estas palabras, que no son más que algunas reflexiones que venimos construyendo colectivamente las organizaciones que firmamos este material, se hayan leído como fueron escritas: como una invitación. Una invitación a construir este Orgullo que hoy nos encuentra en las calles, durante cada momento e instancia de nuestras vidas, y conjugar ese Orgullo que sentimos como lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, transgénero o intersex, con una lucha cotidiana por construir ese mundo donde quepan muchos mundos.
En un mundo de gusanos capitalistas, hay que tener coraje para ser mariposas
1 comentario:
Brindo porque la Brillante ley se promulgó en esta etapa kirchnerista!
Brindo porque un diputado kirchnerista Busatto elevó un proyecto de ley para INSERCIÓN LABORAL / TRABAJO DIGNO para nuestros compañeros y compañeras!
http://www.agmagazine.info/2012/06/18/presentan-en-santa-fe-un-proyecto-para-la-inclusion-laboral-de-las-personas-travestis-y-transexuales/
Patricia.
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