Después de la agitada jornada del pasado lunes, desde La Mella en FADU creemos que como comunidad educativa nos debemos algunas reflexiones.
El lunes se eligió un nuevo decano. A las apuradas, a los empujones, sin que se supiera públicamente quiénes eran los candidatos ni sus propuestas para nuestra facultad. Se eligió un nuevo decano como si elegir el decano de una facultad fuera un trámite más, como si se tratara de aprobar poner papel higiénico en los baños.
Un decano y su equipo no son solamente nombres y apellidos. Consigo traen un proyecto político y académico específico, un modelo de FADU en particular, y es este proyecto el que nos interesa conocer y debatir. Lamentablemente, no nos dieron esa posibilidad. En lugar de utilizar este recambio para abrir la discusión sobre qué orientación queremos que tome la FADU los próximos cuatro años, la elección fue una muestra más de que a quienes se sientan en el Consejo Directivo no les interesa hacer partícipes de las decisiones más importantes al conjunto de la facultad.
Mención aparte merece la ilegitimidad de este Consejo Directivo, en el cual sólo 165 profesores de los más de 3000 que dan clase en la FADU están habilitados para votar. Esta minoría de profesores, dicho sea de paso, tienen prácticamente mayoría absoluta al asumir 8 consejeros de los 16 que se sientan en la mesa. Esta desproporción no sólo se da en FADU, sino en todos los Consejos Directivos de las 13 facultades: así es como a la Universidad la terminan dirigiendo un grupo reducido de profesores (ver video explicativo: http://www.youtube.com/watch?v=W1JS7dMVSYY), aquellos que han sido concursados hace años y que año a año traban la designación de nuevos docentes y perpetúan la inestabilidad laboral de los docentes ad-honorem, y que en diciembre de este año volverán a elegir a un Rector de la UBA acorde a sus intereses y los de nadie más. El principal candidato a suceder al actual rector es Barbieri, el decano de la Facultad de Cs Económicas desde donde ya han ensayado un modelo de “Universidad Shopping” a través de negocios millonarios, cursos pagos que reemplazan contenidos que deberían pertenecer al ciclo de grado y una política de subordinación de la educación pública a los intereses de las empresas privadas (sólo hay que entrar a esa facultad para ver la presencia de dichas empresas y sus convenios).
Lo sucedido en FADU es simplemente la continuidad de un modo de proceder que han adoptado nuestras autoridades hace rato y que nos parece sinceramente vergonzoso. Cuando quieren avanzar con la acreditación a la CoNEAU sin garantizar un debate en toda la comunidad, cuando nos tiran las mesas de las agrupaciones al pantano, cuando pretenden sesionar sin escuchar a lxs estudiantes que nos movilizamos al Consejo, lo único que nos están diciendo es que ese no es nuestro lugar, que no nos corresponde, que a la facultad se viene a estudiar lo que ellos dicen y como ellos dicen y nada más. Lamentablemente el Consejo Directivo no es el lugar en donde se debaten las cosas (como nos decían) y ha quedado más que demostrado durante todo el año e incluso en esta escandalosa sesión, no creemos que patoteando y provocando como lo hicieron se demuestre una intención de debate.
El lunes se eligió un nuevo decano. A las apuradas, a los empujones, pero a la vista de todxs. Las barandas estaban llenas de estudiantes que salieron a ver qué pasaba, la gran mayoría sin haber visto nunca sesionar al Consejo y sin saber que ese día había elección de decano. Este es un pequeño paso que se dio gracias a la movilización estudiantil, ya que de otra manera se habría elegido decano sin pena ni gloria en un cuartito con menos de 20 personas, y debe ser nuestro puntapié para empezar a discutir cuál es el rol que queremos ocupar lxs estudiantes en la FADU: si queremos ser únicamente receptáculos de conocimientos o seres pensantes, con espíritu crítico y poder de reflexión y decisión.
Nos movilizamos al Consejo no para dejar a la FADU sin gobierno, sino para pedir jornadas de debate en las que se puedan discutir los distintos proyectos de facultad. En cambio, nos encontramos con provocaciones físicas y verbales de parte de aquellos que supuestamente velan por nuestra educación. No nos sorprende. Nos tildarán de quilomberos, violentos, anti-democráticos ante cualquier acción que tomemos pero ya lo decían los estudiantes del 18’, a quienes les debemos el contar hoy con una Universidad pública, laica y gratuita: “Se nos acusa ahora de insurrectos en nombre de una orden que no discutimos, pero que nada tiene que hacer con nosotros”.
El Jueves 24/10 vamos a hacer una asamblea para decidir cómo seguimos frente a estos problemas, para discutir sobre lo sucedido y para que cada uno plantee su postura. La única forma de que tengamos alguna voz que supere a un megáfono es siendo muchos estudiantes los que estemos al tanto y movilizados sobre lo que pasa.
Este JUEVES a la 18hs acercate a la asamblea! ¡Ahora es cuando!
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